Recreación escénica de un baile tradicional en el que los actores son los músicos y los animadores de la fiesta y el público “actúa” bailando.
Un rey decreta la república de la fiesta y la diversión con órdenes absurdas, obligando a todo el mundo a divertirse y bailar. El asunto llega hasta tal extremo que tanto el público como los actores se ven obligados a deshacerse de él.
Sería la primera vez en la que se unían el espacio escénico y el teatral para que el público quedara totalmente integrado en la acción de la obra. Los números que constituían la estructura del espectáculo fueron evolucionando hasta presentarse bajo un único hilo conductor dramático con motivo del Carnaval de Venecia de 1981.
Imágenes
Estreno
10 de julio de 1976. Palma de Mallorca.